sábado, 24 de julio de 2010

Navacerrada a la luz de la luna

Julio es quizá el mes más caluroso del año en Madrid y con la temperatura que estamos teniendo durante el día no es recomendable hacer una excursión por la Sierra bajo este sol de justicia, pero la noche es otra cosa.

Este fin de semana hay luna llena, y aprovechando la ocasión un amigo ha organizado una excursión nocturna a la Sierra, similar a la que ya hicimos el año pasado recorriendo un trocito de la Cuerda Larga. El destino elegido es Navacerrada, ya que al ser una zona con poca vegetación es adecuada para recorrerla por la noche únicamente con la luz de la luna.


Llegando al repetidor de TV de la Bola del Mundo
Salimos a la hora justa para llegar al Alto de las Guarramillas (donde se situa el repetidor de televisión que siempre nos recuerda al cohete de Tintín: Objetivo la Luna) justo en el momento de la puesta de sol. La subida la hacemos siguiendo la primera parte por un camino y una segunda parte por la pista de cemento que lleva al repetidor.

Vista de la sierra desde el Alto de las Guarramillas
Una vez en la Bola del Mundo las vista de la sierra al atardecer son espectaculares, y podemos apreciar el degradado de colores entre el intenso azul del cielo y los tonos anaranjados o rojizos de los últimos rayos del sol.

Después de hacer una parada para comer el bocadillo y esperar a que anochezca totalmente para que los ojos se acostumbren a la luz de la luna, seguimos la ruta hasta La Maliciosa. Desde éste alto se observan en total calma los dibujos que forman las hileras de luces que dan forma a cada pueblo o ciudad de las cercanías.

Atardecer en la Bola del Mundo
En el camino de vuelta nos encontramos al mismo rebaño de ovejas que ya habíamos visto en el camino de ida y que estaban paciendo por el campo, pero que ahora se habían refugiado dentro del recinto del repetidor de televisión, quizá atraidas por las luces del recinto o por las propias radiaciones del repetidos, ¡quien sabe!

Rebaño de ovejas resguardadas bajo el repetidor de televisión.
Una excursión muy agradable y original, que permite disfrutar de la Sierra de una manera diferente pudiendo ver las estrellas o unos fuegos artificiales en un pueblo a varios kilómetros que desde la altura en que nos encontrábamos parecían de juguete y nos hacía sentirnos como verdaderos gigantes.

Ruta de la excursión, casi 12 km.
Perfil de la excursión